Diciembre, día 24. La Nochebuena, un año más llega puntual a las casas de prácticamente todo el planeta. En cada hogar, de una manera diferente pero con algo en común, se celebra con ilusión. En la mayoría de los países, se reúnen las familias entorno a una mesa con ricos productos que degustar y compartir. Conversar, cantar y bailar unidos. Intercambiar regalos, sonrisas, olvidar rencillas, recordar buenos momentos con los que están y a los que ya no.
Esta noche del 24, la cocina y el comedor de una casa “se llevan la papeleta” sin duda alguna. Parece como si hubiera que cocinar para comer y como si no hubiera un mañana, y no se trata de eso exactamente. Más vale menos cantidad y mejor calidad, y así evitaremos acumular kilitos y celulitis.
Para tener deferencia con quienes más padecen el estrés de la cena, os recomendamos unas ideas sanas de canapés, mientras se espera el menú principal de esa noche:
*Servir tostadas finas de pan integral con un poco de mahonesa ligera y huevo cocido picado por encima, acompañado de unos toques de pimentón.
*Palitos de zanahoria, barcas de endivia, rabanitos en forma de flor y apio acompañados de un cuenco con salsa de yogur que se puede hacer con un desnatado natural batido con 30gr de queso azul.
*Un plato de tomate ‘Raf’ con sal ‘Maldon’ y aceite de oliva.
*Pimiento rojo y queso fresco 0%MG retocado con albahaca, flanqueado por dos cortezas de pan integral muy ligeras.
*Un plato de jamón ibérico cortado muy fino.
Con esto será más que suficiente para mantener entretenidos a los comensales hasta que se termina de hacer la cena de Nochebuena.
¡Y feliz Nochebuena!