El pimiento: Un perfecto alimento antioxidante

Fue Cristobal Colón quien trajo noticia a los europeos de la existencia de la guindilla. En su diario, describiendo la isla de La Española, habló de “una especia mejor que nuestra pimienta” y así, al fruto del Capsicum frutescens se le otorgó el nombre de pimiento.

Existen distintas variedades, los hay rojos, verdes y amarillos. Los verdes son de sabor más suave y los rojos un gusto más marcado. Las variedades que encontramos en el mercado son: pimiento de Arnoia, California, Couto, Guernika, Oímbra, Padrón, Piquillo, Lamuyo, Morrón, Verde italiano, Rojo Najerano.

El pimiento es rico en vitamina C y en betacarotenos, precursores de la vitamina A. Son sustancias antioxidantes que contrastan la acción negativa de los radicales libres, y están presentes en cantidad aún mayor en la guindilla. El betacaroteno, para que sea absorbido por el organismo, necesita una pequeña cantidad de grasas: aderezar los pimientos con un poco de aceite de oliva ayudará a su asimilación.

Los pimientos verdes se recogen antes que hayan alcanzado una maduración completa: es por esta razón por lo que tienen un gusto herbáceo y son ligeramente amargos. Los frutos rojos tienen la pulpa consistente, crujiente y dulce, mientras que los amarillos son carnosos, jugosos y tiernos, ideales para hacer asados.

Los pimientos se comen principalmente asados y fritos, aunque también son un ingrediente importante en multitud de recetas y en los sofritos de arroces, patatas guisadas,…Para asar se usan los de carne más gruesa, lo que facilita el pelado. También se pueden usar los pimientos secos (ñoras, pimientos choriceros y cayena).

Curiosidad…

La capsaicina es la sustancia que hace que un pimiento sea picante y a la que se atribuyen numerosas virtudes: estimula la digestión, es descongestionante, y, según algunos estudios, parece tener una acción beneficiosa para el corazón porque reduce el nivel de colesterol en la sangre.

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