Una de las principales preocupaciones de los hombres y mujeres es la acumulación de grasa en la zona del abdomen y los flancos.

Para poder aplicar el tratamiento más adecuado debemos ir a la raíz del problema. La acumulación de grasa en dichas zonas puede darse por los siguientes motivos:

  • Exceso de alimentación: dietas hipercalóricas que abusan de alimentos no recomendables como las grasas saturadas trans o que se exceden con el azúcar o los hidratos de carbono.
  • Exceso de alcohol: el consumo de bebidas alcohólicas está demasiado arraigado en la ingesta diaria de muchas personas. Aunque hay bebidas, como la cerveza o el vino, que parecen inocuas, finalmente pasan factura en la zona abdominal.
  • Estrés: aunque parezca increíble, el estrés puede favorecer la acumulación de grasa en esa zona, incluso si mantenemos una dieta más o menos equilibrada.
  • Falta de ejercicio: no os contamos nada nuevo, pero tenemos que insistir en que el sedentarismo y el poco tiempo que tenemos para practicar actividades físicas son factores que juegan en contra para resolver este problema estético recurrente.

Además, sin querer crear una alarma excesiva, tener «barriga»es una señal de que no nos cuidamos lo suficiente. Pero sobre todo, es un indicador de que estamos poniendo en riesgo nuestra salud. Cada vez hay más estudios que demuestran la relación directa entre el exceso de grasa abdominal y las altas posibilidades de sufrir algún tipo de accidente cardiovascular. Por lo tanto, ya no se trata sólo de un problema estético sino de un problema que, en realidad, concierne a nuestra salud.

Para modificar el aspecto de la zona y tratar el abdomen en profundidad, se debe mejorar el sistema linfático y circulatorio, favoreciendo el drenaje que elimine la retención de líquidos.

En Gesvital recomendamos 4 vías de ataque para popner fin a esta problemática:

  • Equilibrio nutricional: Crear unos hábitos de alimentación sanos y completos que aporten todos los nutrientes necesarios para tener un organismo limpio y en forma.
  • Aparatología: Para tratar, por un lado la retención de líquidos y, por otro, la eliminación de la grasa localizada.
  • Masajes: Sobre todo los drenantes, en los cuales manualmente se consigue incidir en las zonas más localizadas. Algunos incluso pueden llegar a ser relajantes.
  • Nutricosmética: Es el complemento ideal para el primer ataque y el mantenimiento de los resultados conseguidos a través de la aparatología y las sesiones de masaje. Con la combinación de fórmulas adecuadas para conseguir un vientre plano, se consigue que los resultados y el nuevo aspecto sean, por fin, duraderos.

En definitiva, se recomienda llevar a cabo tratamientos holísticos, que combinan varias técnicas y fórmulas para evitar el efecto rebote. Además, son tratamientos no invasivos y relajantes. El cuidado holístico es una forma de vida y un cambio de hábitos que ayudan a tener una cierta constancia o, por lo menos, a saber compensar excesos.

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