Es probablemente uno de los productos más antiguos para cuidar la piel y el cuerpo. En el siglo V a. de C. ya lo utilizaban los atletas griegos para relajar la musculatura y aumentar su rendimiento, y en el siglo I de nuestra era el médico Claudio Galeno descubrió que también servía para dar elasticidad y suavidad a la piel. Con el paso de los siglos la ciencia ha demostrado que el aceite de oliva virgen es un producto idóneo para prevenir el envejecimiento de la piel y favorecer la síntesis de colágeno, ya que colabora en el mantenimiento de todos los tejidos dérmicos. Así, es útil tanto para hombre como para mujeres con pieles desnutridas o estropeadas, sobre todo en invierno, cuando el frío y el viento resecan la piel intensamente.
El tratamiento más popular es el masaje con aceite de oliva, pero existen otros muchos, como los deliciosos peelings corporales con aceite y azúcar moreno.
«La salud y el Bienestar son elementos básicos para una belleza integral»