Un factor que nos ayuda a acumular los excesos y no «gastamos» energía es el llamado sedentarismo. Actualmente la fatiga física ha sido reemplazada por el estrés y este tipo de fatiga(que es más psíquica que física) no puede repararse con la alimentación.

Todos hemos oído muchas veces el típico comentario que después de un día de ejercicio intenso asegura haber dormido como un niño. Y al contrario, después de un día de trabajo estresante, el cuerpo está cansado pero sin energía suficiente para realizar un esfuerzo físico, pero como necesita relajarse de alguna manera, se dirige a aquello que le resulta más fácil y más rápido. Normalmente es la comida y la bebida(también la televisión ayuda en muchos casos, pero no se va a recomendar como una medida para dejar de comer; aunque el baile sí: es un ejercicio muy bueno y divertido con el que se pueden liberar no sólo muchas toxinas, sino muchas tensiones).

Para resumir, baste decir que el problema no está por tanto en definir si se come mucho o poco, sino si se come lo suficiente para cubrir las necesidades de nuestro organismo. Esto, como se sabe, es absolutamente particular y depende de muchas cosas.

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