Puede que no lo parezca por su pulpa firme, pero ¿sabías que de cada 100 gramos de calabaza, 88 son agua? Esto hace que sea muy ligera y diurética, como ocurre con el resto de vegetales de su familia (sandías, melocotón, pepino y calabacín). La calabaza le debe su color a los betacarotenos, que se transforman en vitamina A en nuestro organismo. Aunque estas no son sus únicas virtudes:

  • Es rica en minerales y antioxidantes.
  • Buena para tus ojos. Según un informe estadounidense, una dieta rica en betacarotenos es fundamental para reducir el riesgo de trastornos oculares. Además recomiendan tomar alimentos que aporten vitaminas E, C y zinc, nutrientes también presentes en la calabaza.
  • Alimento anti-cáncer. Otro de sus antioxidantes, la zeaxantina, reduce el riesgo de cáncer de colon, sostiene una investigación japonesa. Y sus betacarotenos protegen a los hombres frente al cáncer de próstata.
  • Defensas a punto. 100g de calabaza a diario aportan la mitad de la vitamina C que necesitas. No olvides que este nutriente es fundamental para que tus defensas rindan al máximo.
  • Por su sabor ligeramente dulce puede utilizarse tanto en platos salados como en postres.
  • Sus pipas puedes aprovecharlas de la siguiente manera: lávalas bien, sécalas y tuéstalas al horno o a fuego lento (sin dejar de remover) unos minutos. También puedes añadir una pizca de pimienta o cayena en polvo mientras las cocinas. Quedan muy bien en ensaladas frías y templadas.

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