El estrés activa nuestra respuesta de lucha o huida. En este estado de urgencia, el cuerpo no sólo pide carbohidratos para obtener energía, también retiene grasas, sobre todo en la zona del abdomen, cintura…

Te contamos 3 consejos para reducir el estrés:

  • Respirar profundamente

Respirar de manera superficial, sólo con la parte superior del pecho, estimula el estrés. Pero llevar oxígeno a la parte más profunda de los pulmones tiene un efecto relajante.

Siempre que lo necesites, cierra los ojos y toma un par de inspiraciones profundas por la nariz, usando tu diafragma. Si pones la mano sobre tu abdomen, debería moverse hacia afuera al inhalar y hacia adentro al exhalar.

  • Ejercicio moderado

El ejercicio extremo es otra forma de estrés. Es más reomendable hacerlo moderadamente, al menos del 60% de tu ritmo cardiaco máximo. Puedes saber que estás en un ritmo adecuado si mientras estás haciendo ejercicio eres capaz de respirar profundamente por la nariz.

Si combinas las respiraciones profundas con el ejercicio, tu cuerpo quemará grasas en vez de carbohidratos. Puede llevarte un tiempo acostumbrarte a respirar así mientras corres o caminas, incluso puede marearte un poco. En ese caso, para, respira normalmente, y vuelve a probar.

  • Medita

Meditar 20 minutos dos veces al día tiene efectos poderosos. A primera hora de la mañana calma y relaja la mente y por la noche ayuda a eliminar el estrés del día.

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